miércoles, 22 de junio de 2011

Nunca aprendí los colores, por Wesly Morales



Ayer supe que eras negro, pero no el negro que yo conozco. De haber sabido tu color hace unos días, habría pensado en café. Un olor que despierta y vitaliza.

Habrías sido carboncillo y sus trazos sobre papel poroso, hambriento de ti, queriendo retenerte entre sus recovecos. Te vería como petróleo, valioso, respirando en lo hondo hasta ser descubierto, pero parece que no eres esa clase de negro. Te miraba y nunca te vi negro. Reías, componías poemas para no llorar y al leerlos ya no estabas triste. Yo, sin saber aún los colores, te veía verde manzana y a veces limón, pero ahora me dicen que eres negro y no ese tipo de negro que combina con todo. Algunas veces te veía fucsia, cuando bailabas y girabas sin parar. Te veía comiendo arroz y no noté la diferencia.

Tendiste una y otra vez tu mano y la veía transparente. Tu mirada luminosa, tus palabras claras ¿Era daltónica?

Aquella vez que sangraste, no me fijé en tu sangre negra, solo pensaba que no quería verte sangrar.

Me han dicho que eres negro, pero nadie sabe explicarme: negro es lo que eres, quien eres o como eres. No es tu signo, condición social o estado civil. Tampoco es tu apellido ni tu circunstancia laboral. Negro no es tu forma de querer y si quieres como negro, creo que es el mejor modo.

Al parecer nunca aprendí bien los colores, pero según entiendo, mientras que el blanco es ausencia de color, el negro los contiene todos, así que no estaba tan equivocada, poque eres fucsia y verde y también magenta. Eres azul cielo, marrón tierra, gris arena y color carne.



Escrito y publicado por Wesly Morales Morales, ganadora del I Premio de Relato Breve del Cabildo Insular

de San Sebastián de La Gomera 2011.

Nunca aprendí los colores, por Wesly Morales